viernes, abril 20, 2007

Bugatti Veyron 16.4


Se trata del Bugatti Veyron 16.4, el automóvil de producción más rápido del mundo, con una velocidad máxima de 407.5 Km/hr (un campo de futbol por segundo). El video viene del programa británco Top Gear, que trata sobre el mundo automotor, la prueba del Veyron se hizo en la pista privada Ehra-Lessien del Grupo Volkswagen.

A 407 Km/hr, el tanque de combustible dura 12.5 minutos. Para poder lograr esta velocidad es necesario insertar una llave especial al lado del asiento del piloto para preparar los sistemas del auto, sin esto, la velocidad está limitada a "sólo" 377 Km/hr.

Con una potencia de 1001 HP, 16 cilindros en configuración W, 4 turbocargadores, aceleración de 0 a 100 Km/hr en 2.5 segundos y un coste de más de 1 000 000 de euros, es el epítome de la conducción para muchos de nosotros.

P.D. Se nota que me encantan los autos verdad?. Para quien desee ver una versión más completa del video, con una presentación del programa Top Gear, la liga está aquí.

jueves, abril 12, 2007

Nubes


De nuevo con la hora filosofica de las desveladas en jueves por la madrugada..... muchas veces me pregunto cuántas son las personas que dejan de ver las nubes pasar por el cielo, en que momento una niña o un niño deja de ver el mundo con esos ojos infantiles, llenos de curiosidad o de imaginacion, cuando en un momento cualquiera una simple roca o una hoja pueden ser el juguete más fantástico del mundo.

Es verdad que uno madura mientras avanza la edad, pero quisiera saber si las personas se dan cuenta de todo lo que se pierde en el camino, y si llega un día muchos muchos años despues, en el que la reflexion llega al punto en el que en verdad notan todo lo que se quedó atrás.

Sabido es que cuando uno llega a la adolescencia o la edad adulta las cosas que nos interesan o nos llenan o nos convienen van cambiando, y a final de cuentas quién tiene tiempo para ver las nubes cuando hay un horrendo examen de Química Analítica Instrumental.

Pero si tan solo pudieramos darnos un momento para ver de nuevo esas formas, esas ideas que se dan en la blancura de las nubes, quizás ese instante se convierta en un instante de tranquilidad, de paz, como cuando solíamos tirarnos al pasto y ver pasar las horas con el viento en el cielo.

O que tal cuando una suave brisa llega de repente y uno puede sentir como hace remolinos en el rostro o entre los dedos, es una sensacion tan curiosa como agradable, alguna vez la has sentido, la habías notado?

Así pues, quizá vale la pena tomarse unos minutos la próxima vez que los problemas nos llenen, y de nuevo respiremos la frescura del viento y al comtemplar las nubes volvamos a ser niñas o niños que... sólo disfrutan de la vida.