La Soledad

Yo no he elegido la soledad, la soledad me ha elegido a mi...

Son las 02.33 de la noche del 7 de julio del 2007 AD, y esta noche, como muchas otras siento como la soledad me llena de nuevo, pero no es esa soledad angustiosa, esa soledad desesperante, esa que te hace desear desaparecer de este mundo, sino la clase de soledad a la que uno se acostumbra, la que es bien conocida, la que sabes que esta contigo siempre...

No es que no tenga personas a mi lado, aunque están lejos, sé que hay personas que piensan en mi, que se preguntan como estoy y si no me falta algo, mi familia, mi adorada familia, mis amigos, gente que de una manera se preocupa por mi y que no me olvida y que aprecio profundamente.

No es que me encuentre en una ciudad nueva, haciendo una vida por mi cuenta, al final eso es lo que decidí y busqué para mi.

Es la soledad que he tenido toda mi vida, esa que me ha hecho pensar, reflexionar y hacerme crecer como persona, la que me ha mostrado mucho de lo que ahora creo y la que me ha hecho ser como soy, esta soledad que me ha dado la oportunidad de conocerme y conocer a las demás personas más de lo que podrían pensar, e incluso más de lo que ellas mismas se conocen.

Es la soledad que me dice que a pesar de estar acompañado, no tengo a alguien con quien ser como verdaderamente soy, hay pocas personas que me conocen bastante, que saben de mi lo que otros tantos ni siquiera imaginan, pero no hay nadie quien sepa todo de mi, aunque como dicen, nunca se termina de conocer a alguien.

Soledad de saberme anhelando a una persona, que no se cómo se llama, que no se dónde vive, que no sé ni quisiera si existe en este mundo. Soledad del cuerpo, soledad de la mente, soledad del corazón y soledad del alma.

Y como también dicen... nacemos solos, y morimos solos...